Para mi gusto, los anillos de diamantes son y han sido desde siempre los más deseables, en especial aquellos elaborados con una base de platino y oro, que le dan ese aspecto amarillo dorado brillante que tanto me agrada.
Existe el mito (impuesto por la industria Hollywodeense), que el diamante dura toda la vida, sin embargo en la práctica no es así, ya que sus partículas se van transformando en grafito con el calor, e incluso puede llegar a desaparecer, lo que me hace pensar que las joyas elaboradas con esta piedra preciosa hay que conservarlas en un refrigerador para que duren más.
La tradición de regalar anillos de compromiso se remonta a la Antigua Roma, donde al igual que hoy, se le daba como significado la promesa de pasar el resto de la vida con la pareja. Sea cual sea el motivo del regalo de un anillo de diamantes, creo que siempre será bien recibido, un regalo que deja a cualquier hombre como príncipe, sino, miren estos modelitos de anillos, clásicos, sofisticados y extravagantes que encontré, ¿alguien los despreciaría?.
